lunes, 22 de diciembre de 2008
El sendero de la justicia
Caminaba por la rambla en mi soliloquio,
el viento soplaba con furia arrojando hojas
muertas a mí rostro.
Me senté bajo el nogal, sonriendo calladamente
la tribulación aguijoneándome.
el dolor(de una injusticia) hacía
una vigorosa resistencia para no
sucumbir ante las injurias del opresor.
sirvió para darme cuenta hasta que punto
me había corrompido el obstinado sufrimiento
Que indirectamente tenía un fin,
y es la de incitarme a hacer justicia
esto no es revanchismo ni capricho
Sino únicamente en pro de la justicia.
Respiré hondo, estire mis brazos en cruz,
cerré mis ojos y pude sentir la caricia
del viento que había amoldado su furia
y un esplendido celaje que decoraba el paisaje.
Volví a mi posición inicial y me puse en marcha, de vuelta a mi guarida.
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